Acapulco • Católicos abarrotan la iglesia de San Judas Tadeo, ubicada en el barrio Tambuco, en la zona tradicional del puerto, y piden con fervor ayuda en casos difíciles y desesperados.

Año con año se vuelven incontables las velas encendidas, como representación de cada pedimento.

Considerado uno de los patronos más milagrosos por los católicos, cuenta María Santos, “todos los años viene mi familia a darle gracias por toda la ayuda que nos da, la salud principalmente; uno en esta vida tiene que ser agradecido y en los casos difíciles él es el que me ayuda, le tengo mucha fe”.

En especial las mujeres que no podían embarazarse y estuvieron a punto de perder a sus bebés en gestación, como agradecimiento visten a sus hijos de meses o años con el atuendo de San Judas Tadeo, una de ellas, es Marisela Mendoza, quien intentó varios años embarazarse.

“Yo definitivamente creo que fue un milagro, intenté todas las opciones médicas, ninguna de ellas funcionó, me desesperé, pensé en la adopción, porque mi mundo se me venía abajo, al no poder tener un bebé”, dijo.

Afirmó que cuando le pidió a San Juditas con todas sus fuerzas, “al fin hace un año pude ser madre, quedé embarazada sin ningún método clínico y desde que nació mi beba la visto de San Judas, es una promesa que le hice hasta los cinco años de vida de mi niña”.

Otros adultos que asistieron vestidos con el traje de San Judas Tadeo contaron que sus padres hicieron esa promesa, porque sufrieron un accidente automovilístico, del cual los daban por muertos.

“Entre en coma, me operaron de la cabeza, tuve fractura de cráneo, además me quebré las costillas y duré un mes sin conocimiento, mi mamá nunca dejó de creer que viviría, se aferró y lo hizo”, afirmó Rubén Castro, de 28 años.

Indicó que los doctores le indicaron a su madre que seguramente él no volvería a ser el mismo por la fractura en la cabeza, pero la fe de su madre y tías fue lo que lo salvo, por eso año con año acuden a ver a San Judas y se viste como él en su honor”.

La gente del barrio de Tambuco también veneran a San Judas, todos dijeron que no paran de agradecer de tener cerca de sus hogares a un santo tan milagroso que en distintas ocasiones les ha ayudado, en especial -dicen- en los casos difíciles y desesperados.

Durante toda la noche de ayer iniciaron la velada a San Judas, el barrio no durmió, festejó con fuegos artificiales, mariachi, lo mismo sucedió en todas las colonias del puerto, en donde acostumbran a velar al santo con pozole, pan, café y antojitos mexicanos.
Fuente:Milenio